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Este blog es un eco de historias silenciosas de inmigrantes que viven en las sombras de Estados Unidos. Testimonios de madres, hijos y hombres que dejaron a sus familias para buscar un mejor destino. Historias conmovedoras, llenas de dolor, pasión y valor que reflejan la fuerza de la comunidad hispana en Estados Unidos.

Monday, February 1, 2010

Es peor el remedio que la enfermedad


La deportación de padres indocumentados con hijos estadounidenses más que una solución es una medida que empeora la situación de los inmigrantes en Estados Unidos. Es una ley contraproducente que además, castiga a inocentes.

Con la expulsión de uno o los dos padres, los niños quedan desamparados. Su estabilidad emocional y económica se derrumba, a pesar de tener el apoyo de familiares, amigos o del estado

Para ver la historia en video haz clic aquí.

Para Nora Sándigo, directora ejecutiva de American Fraternity, es una ley inhumana. “Todos estos niños tenían una casa, una familia, un futuro prometedor. Sus proveedores siempre fueron sus padres. Lo que esta pasando ahora es que los están dejando desprovistos de todo. Por esta razón es que por primera vez están empezando a ser carga pública y eso es lo que esta logrando el gobierno en su tan equivocada política migratoria.”

La Sra. Sándigo representa a unos 600 niños, hijos de papás expulsados, que presentaron una demanda contra el gobierno para suspender las deportaciones de padres indocumentados hasta que se apruebe la reforma migratoria.

Según La Alianza Nacional de la raza hay cerca de 5 millones de niños cuyos padres han sido deportados, o se encuentran en la cárcel esperando la definición de su proceso, o viven diariamente con el temor a una deportación.

Un laberinto legal

La mamá de Jeffrey y Steven fue deportada a Honduras hace más de un año. Y aunque los dos hermanitos están bajo el amparo de su abuela Silvia, ellos al igual que el resto de los niños sufren las consecuencias de estas medidas migratorias que a pesar de expulsar a padres indocumentados no logran arrancar las raíces que ellos dejan en este país.

Silvia, abuela de los niños, teme que su hija regrese a pesar de los riesgos de cruzar la frontera mexicana. “Si no hay reunificación familiar ella se va a volver a venir. Si a ella le pasa algo, cómo van a quedar estos niños, a quien vamos a culpar a inmigración por no haber escuchado a esta muchacha clamar por sus hijos. Por que esa niña desde que se fue se quiere volver a venir otra vez.”

Mientras tanto Jeffrey y Steven como el resto de los niños siguen jugando en un laberinto. Ambos tienen la oportunidad de crecer en el país de las oportunidades, pero sin el calor de su mamá o a vivir junto a ella pero condenados a vivir en medio de la pobreza, carentes de una buena educación y de un futuro lleno de oportunidades.

Para ver la historia en video, clic aquí.